Más vale prevenir que curar

No sé si me lo parece o es verdad que últimamente ha arreciado la presión preventiva en los medios de comunicación.

Cuando sesteo después de la comida acompañado de las lejanas voces de la telenovela consigo relajar hasta los más recónditos músculos de mi anatomía. Ese estado crepuscular entre el sueño y la vigilia se ve interrumpido de forma abrupta por la familia plasta, esa en la que la señora le dice al conductor, a la sazón su santo esposo, que ha de ir más despacio y cuando éste se defiende diciendo que es sólo un poco más de lo permitido la hija adolescente, desde el asiento de atrás, le incrimina, ¡como con tu colesterol! En este momento unos atentos motoristas de la guardia civil dan el alto a semejante lacra social que se va a enterar de lo que vale un peine: le van a quitar 2 puntos del carné de conducir por exceso de velocidad y no sé si son 5 puntos del DNI por exceso de colesterol.

Me revuelvo incómodo ante semejante caradura, la del anunciante, conocida marca de yogures (sin ir más lejos Danacol). Mi incomodidad viene producida porque como cada día a continuación vendrá ese otro anuncio de la fundación contra las enfermedades cardiovasculares que nos recordará que si nos pasamos un poco la palmamos fijo.
¡Y tanto que la palmaremos, aquí no ha de quedar nadie vivo!

Danone va tras los pasos de la industria farmacéutica de los hipolipemiantes que ya llevan años haciendo el agosto vendiendo miedo a la población. ¿Porqué nadie explica en esos anuncios que sin colesterol todos estaríamos muertos? Con el colesterol fabricamos nuestras células y un sinfín de hormonas y en los ensayos en los que se baja el colesterol de los probos participantes se logran disminuir los muertos por enfermedades cardiovasculares pero la balanza se compensa por aumento de muertes por otras causas, curiosamente algunas de ellas violentas.

El consejo de hoy: si no tienes enfermedad de corazón o de arterias no dejes que ningún médico te recete nada para bajar el colesterol. Desconfía especialmente de los cardiólogos, son terribles en este campo preventivo. 
Al que lo pretenda pregúntale cuantos años vivirás más con esas pastillas y qué van a decir tu hígado y tus músculos de todo esto. Pide una segunda opinión a tu médico de cabecera (si es que confías en él). Sé cauto, la poderosa industria farmacéutica acecha, vienen a por ti.

¡Bueno! ¡ejem!, continuemos.

Antes de abandonar danone ¿Qué decir de esos agujeros que se nos hacen en el intestino y que pueden taparse con pequeñas bolitas de actimel, que además a las personas en blanco y negro las colorea de nuevo?... ¡patético!
Los ejemplos se suceden en infinidad de alimentos bio que te introducen tres quilos de fruta y verdura en un potecito de apenas 100 cc. Una vez probé uno de muestra y casi vomito,… También tiene tela que los de Vichy Catalan hayan llegado a afirmar hace un tiempo que con su agua bajaban el colesterol (ahora solo investigan, creo que hicieron un estudio con 20 pacientes a los que atiborraron con su agua y no tuvieron ningún infarto esa semana). O la Fontvella que te quita unas porquerías del cuerpo cuando te bebes más de no sé cuantos litros.
Todo esto viene abonado por la frase ancestral aquella de más vale prevenir que curar. Por cierto que este refrán dio nombre a un lamentable programa en el que para prevenir cualquier cosa teníamos que ir constantemente a ser visitados por todo el abanico de especialistas de la actual medicina. Estrategia que nos evitaría desde la caspa a los uñeros, pasando por el índice completo de un tratado de medicina interna. ¡Un portento oiga!

Más vale prevenir si es que las medidas de prevención son eficaces, y ahora paso a un par de diagnósticos precoces que la tele está poniendo de moda en la actualidad: mujer de más de 50 tacos hazte una mamografía cada dos años y persona en general también por encima de los 50 te has de someter a pruebas para ver si tienes cáncer de colon.

Cuando la sanidad pública tiene en marcha programas de cribado poblacional, es decir que se cita a las mujeres censadas sin necesidad de ir al médico o ginecólogo, para hacerle una mamografía cada dos años a partir de los 50 y hasta los 65 no sé que les ha dado ahora de instigar a la población femenina a que acudan en masa a los centros sanitarios a mamografiarse.
Si los expertos nos dicen que la mamografía reduce la mortalidad por cáncer de mama un 30%, hemos de exclamar ¡es una barbaridad! ¡vayamos corriendo a irradiarnos las tetas! Preguntemos ahora a esos expertos ¿un 30% de qué? Seguro que bajarán su tono para explicarnos que es un 30% de 15 por diez mil durante 10 años. ¿Qué significa eso? Pues que de diez mil mujeres de 50 años que no se hace mamografías periódicas morirán en los siguientes 10 años 15. En cambio si deciden hacerse mamografía cada 2 años “sólo” morirán 11. En definitiva que la disminución del riesgo real (absoluto) es de 4 por diez mil mujeres en 10 años. Conclusión: un programa poblacional evitará 4 muertes en cada 10000 mujeres en diez años. Qué pasa desde el punto de vista de la mujer que individualment va a hacerse una mamografía bienal: en lugar de tener un 15/10.000 de posibilidades de palmarla por cáncer de mama pasará a tener un 11/10.000 en los consabidos 10 años… más bien poca cosa. Por cierto la autoexploración de mama no sirve para nada... preventivo.

¿Y del cáncer de colon? Hace tiempo que las sociedades científicas serias recomiendan hacer diagnóstico precoz en población de riesgo que es aquella con antecedentes familiares de cáncer de colon y de pólipos intestinales. En población general hay serias dudas de que el cribado vaya a disminuir la mortalidad. Se ha creado una alianza para promocionar el cribado de cáncer de colon formada por varias sociedades científicas tras las cuales me da la impresión de que se esconde alguna empresa que está lanzando su nueva prueba de cribado que mejora el rendimiento dela determinación de sangre oculta en heces. Existen muchas lagunas en saber cuál es la mejor prueba de detección, ya que parece que la única realmente válida es la colonoscopia (introducirte una manguera por donde ya os podéis imaginar). Este tema ya ha llegado al consejo interterritorial, donde con rigor científico los consejeros de sanidad de las diferentes comunidades autónomas armonizan las prestaciones sanitarias en cada territorio. Digo que lo hacen con rigor científico: utilizan el criterio de ¡tontolaba el último! y echan a correr. Como ya se vio en la vacuna de la meningitis o la del papiloma.

No sé si alguien habrá llegado hasta aquí, pero por si acaso voy a contestar a tu pregunta: bueno no pasa nada, nos hacemos todas esas pruebas porque es posible que saquemos algún beneficio. Es entonces cuando yo pregunto ¿todos estos programas de detección precoz no tienen efectos secundarios?

Nos pueden responder personas como ese señor que se hizo el análisis de la próstata (otro día hablaré de la próstata si alguien está interesado) le salió alto y le hicieron una biopsia, que consiste en pincharte con una aguja introducida con un guante por el ano repetidas veces tu querida y sensible próstata, a las pocas horas comenzó con fiebre alta hizo un shock por el que estuvo varios días en la uvi. Gracias a Dios la biopsia salió negativa. Hace poco lo vi y me explicó que después de 3 años le seguían subiendo los valores de la prueba y que le iban a ingresar para repetirle la biopsia. Estaba totalmente acojonado (o mejor aprostatado).

Y que decir de esas diez mil mujeres del ejemplo anterior: en los diez años del experimento se observó que al 10% se le detectó alguna imagen sospechosa que requirió controles semestrales y en muchos casos biopsia…

No entraré en detalles de los efectos secundarios de la colonoscopia porque acabo de cenar.

Está visto, esforzado lector, que cuando llegas a los 50 si quieres seguir con vida debes… ¡salir corriendo!

Y es que el sistema médico lo que intenta es medicalizar a la población como el famoso Dr Knock, médico de Saint Maurice, que consiguió convertir este sanísimo pueblo de montaña en un hospital en el que unos cuidaban de los otros…

Toda la prevención descrita hoy en este post es prevención secundaria: diagnóstico y tratamiento precoces. Este nivel de prevención obtiene pobres resultados a un coste elevado de recursos y yatrogenia.

Porqué no hablamos más de la prevención primaria: comer de todo, hacer ejercicio razonablemente, pasárnoslo bien con los amigos, hacer unas risas, comentar cosas con otros blogueros,  ver crecer a nuestros hijos y estar con ellos, trabajar solo lo necesario y con ilusión (como leí ayer en otro blog)

Buenas noches y que seáis razonablemente buenos. O como decía aquel escolapio, hijos míos sed castos, pero si no podéis sed cautos.


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