La riera de la Vallalta
Con las lluvias del invierno la riera de Vallalta vuelve a ser el río que fue, recordando cómo poco a poco sus aguas menguaron a la vez que lo hacían los bosques del Montnegre.
Durante semanas, a veces meses o días, renace el caudal, casi siempre calmo, discurriendo entre alamedas que unen pueblos llamados como él o como ella: de
Inicia su camino hacia el mar en el alto de Collsacreu, como torrent de l’Aigua i es entre Ca l‘Oliver i Can Vallalta donde ya se le llama por su nombre; aguas abajo rodea Sant Iscle y llega al antiguo molino del que queda el edificio de piedra convertido desde hace años en restaurante: “El molí”. Sigue umbría acompañada de la carretera hasta llegar a Sant Cebrià. Hay quien dice que el actual pueblo era una enorme laguna que desapareció bajo los sedimentos que produjo la tala de árboles a partir de
Más abajo de Sant Cebrià el valle se abre y con mínimas pendientes se dirige hacia el mar.
Los de Sant Pol le cambian el nombre a
Hay algunos lugares de la tierra que tienen alma, lo notas por una sensación, casi física, de calma y de paz. La riera de

Después de su recorrido intimista la riera llega al Mar donde los colores mediterráneos colorean el paisaje. En su fuerza juvenil se abre camino entre las arenas de la playa rompiendo la mordaza que los temporales de levante imponen en su desembocadura.


Comentarios